...la Biblia de Jerusalén
I Juan 3, 14-23
14 Nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida, porque
amamos a los hermanos. Quien no ama permanece en la muerte.
15 Todo el que aborrece a su hermano es un asesino; y sabéis que
ningún asesino tiene vida eterna permanente en él.
16 En esto hemos conocido lo que es amor: en que él dio su vida por
nosotros. También nosotros debemos dar la vida por los hermanos.
17 Si alguno que posee bienes de la tierra, ve a su hermano padecer
necesidad y le cierra su corazón, ¿cómo puede permanecer en él el amor de
Dios?
18 Hijos míos, no amemos de palabra ni de boca, sino con obras y
según la verdad.
19 En esto conoceremos que somos de la verdad, y tranquilizaremos
nuestra conciencia ante Él,
20 en caso de que nos condene nuestra conciencia, pues Dios es mayor
que nuestra conciencia y conoce todo.
21 Queridos, si la conciencia no nos condena, tenemos plena
confianza ante Dios,
22 y cuanto pidamos lo recibimos de él, porque guardamos sus
mandamientos y hacemos lo que le agrada.
23 Y este es su mandamiento: que creamos en el nombre de su Hijo,
Jesucristo, y que nos amemos unos a otros tal como nos lo mandó.